El tiempo natural es cíclico. El tiempo es la atmósfera de la mente. La calidad de tu tiempo será la calidad de tu mente. El calendario maya es un sincronizador para alinear nuestra mente y nuestro tiempo desordenados, al tiempo natural, al tiempo del cosmos, de la vida, de la Divinidad. O dicho sea de otra forma, al no-tiempo.

1 de noviembre de 2013

Onda encantada del Mago

El tema del Mago y de moda en estos días: Receptividad. ¿Que tan abiertx y receptivx me encuentro a cada instante, ante cada situación y cada persona? La enseñanza fundamental del Mago es estar abiertos de manos, corazones y mentes ante lo que el presente va trayendo, pues no sabemos cuando llegará, en una de esas, la gran oportunidad del día. Solemos cerrarnos para protegernos pero es, curiosamente, la apertura y vulnerabilidad, lo que necesitamos para ser más fuertes. Mostrarnos como somos, expresar lo que sentimos, llamar a las cosas por su nombre, son temas para esta onda encantada. 

Mientras la luna en el cielo se va iluminando, es como si fuéramos saliendo cada día de la oscuridad del útero del Dragón para adentrarnos al desnudo en la vida cotidiana, real y compartida, listos para hacer magia de cada momento. El Mago nos enseña la posibilidad de encantar el presente, llenarlo de claridad, inteligencia, sincronía, orden, energía, amor. Toda esa potencialidad está siempre disponible, nada más hay que mostrar apertura. 

Tiempo de decirle SÍ a la vida. Sí al presente tal y como es. Sí al cambio cuando llega y como llega. Sí a uno mismo, sí a los demás. Ser los imanes para que las bendiciones lleguen, y no se trata sólo de atraerlas sino de dejar que entren y se instalen. 

Cuando pasamos por los terrenos de la oscuridad, sólo queda salir hacia la luz, hacia la propia luz. Así que reconocer cuán luminosos ya somos es también lección que trae el Mago. Para ser hechiceros y alquimistas de la realidad hay que asumir que podemos serlo, que merecemos serlo. En la sombra del Mago encontramos la necesidad de aprobación de los demás, el Mago que actúa para ser reconocido, ahí se compromete toda receptividad al poner toda la energía en la expectativa. Cuando podemos dejar de actuar para que los demás vean y califiquen, nos volvemos como cálices que derraman bendición y en total apertura podemos recibir la magia y su compañera de camino, la sincronía. Por lo tanto es una buena onda encantada para observar en qué aspectos buscamos aprobación, y de quién. Soltar a los demás nos permite florecer en todas nuestras capacidades (Semilla espectral). 

El propósito es atraer toda atención al presente para hacer magia con ella (Mago magnético blanco, 13 nov). Reconocer que estamos donde debemos estar y tenemos todo para ser felices, llevar la atención del pasado hacia la respiración aquí y ahora y así, poder recibir todos los dones que ya están. 

El desafío, no dejar que se nuble la visión (Águila lunar azul, 14 nov). Dejar de mirar al pasado como referente, dejar de proyectar al futuro con expectativa. El equilibrio está aquí y ahora y a partir de este momento creamos lo que sigue. 

Hay que activar al Guerrero interior para mantenerse en el presente (Guerrero eléctrico amarillo, 15 nov). Hace falta ser intrépido para vivir presentes y la recompensa es una inteligencia siempre receptiva, para siempre saber como actuar. Día para cuestionar aquello que nos sigue sacando del momento presente. 

Los Guerreros se activan y se vinculan entre sí al reconocer su lugar sobre la Tierra (Tierra autoexistente roja, 16 nov). Se trata de moverse, siempre moverse hacia la evolución, pero desde el presente. Para que lo que generemos y recibamos de la vida sea lo que sí queremos y no el mismo pasado revolcado. Moverse hacia lo que soñamos, atendiendo las sincronías del aquí y ahora. 

El poder está en mirar con claridad (Espejo entonado blanco, 17 nov), alejar los velos del pasado y de la necesidad de aprobación para mirarnos a nosotros mismos así como somos hoy y aceptarnos y a la realidad, con todo su contenido. Abrirnos a recibir en cada reflejo, la información que necesitamos. 

El Mago viene a organizar nuestros niveles de energía (Tormenta rítmica azul, 18 nov). Usar el presente como catalizador, es decir, tomar lo que hay y usarlo para elevarnos, siempre es posible. Acelerar soltar el pasado, acelerar el volvernos receptivos. Acelerar la apertura del corazón. 

Resonar con lo que nos hace sentir luminosos (Sol resonante amarillo, 19 nov). Inspirarnos en ello para impregnar el presente de amor incondicional y aceptación de la realidad. Brindarnos a los demás sin expectativa y sin pasado. Tomar el sol y recibir su inspiración. 

Integrar a nuestro presente todo aquello que nos nutre (Dragón galáctico rojo, 20 nov). No hay días ni momentos especiales para darnos, aquí y ahora merecemos toda la energía nutricia de la vida. Permitirnos permanecer abiertos para tomar todo lo que llegue y dejar de juzgar las características del momento presente. 

Que el ritmo que nos sostenga sea el de la propia respiración (Viento solar blanco, 21 nov). En ella radica la clave para volver siempre al presente. Así cómo recibimos oxígeno en cada inhalación, creer que es posible y nuestro derecho, recibir bendiciones a cada momento. Así cómo soltamos en cada exhalación, dejar ir todo lo que debe irse de nuestro presente. 

Dejar que se manifieste la voz de la intuición (Noche planetaria azul, 22 nov). Esa voz siempre está en el aquí y ahora, conoce nuestros sueños verdaderos y el camino hacia la abundancia que nos corresponde. Para poder escucharla, primero hay que reconocer ese ritmo de la respiración que nos mantiene bien vivos. 

Atención en aquello que ha entorpecido nuestro crecimiento, y liberarlo desde este presente perfecto (Semilla espectral amarilla, 23 nov). Para florecer necesitamos creer que podemos hacerlo. Aquellos sueños, creer que pueden ser realidades, incluso que ya lo son. Observar en qué ponemos nuestra energía y liberarnos de la carga del pasado. 

Abrazar al cuerpo como la dimensión material que nos recuerda, al igual que la respiración, estar presentes (Serpiente cristal roja, 24 nov). Sólo la mente viaja en el tiempo, cuando la traemos al aquí y ahora, estamos totales: cuerpo, mente, espíritu. Desde la totalidad enaltecemos la comunidad o comunidades a las que pertenecemos. De nada servimos fragmentados y mucho contribuimos al sentirnos completos. 

Trascender el pasado y cruzar el puente para vivir en el presente (Enlazador de mundos cósmico blanco, 25 nov). Esa es la recompensa que nos trae esta OE. Suena simple pero es un gran regalo, el dejarnos receptivxs a la potencialidad del presente es una de las mejores cosas que podemos darnos a nosotros mismos. Con ello y con el Enlazador viene la capacidad de cerrar ciclos y tomar lo bueno de cada uno. 

Esta Onda encantada viene con mucha magia, con muchas bendiciones. Nada más hay que permanecer en el canal de la receptividad, y tomar todo aquello que viene, como venga, pues es perfecto para nuestro camino, hoy. 

Que se derramen bendiciones ahora y siempre!

Buen viaje!
In Laakech 
Monique


No hay comentarios:

Publicar un comentario