El tiempo natural es cíclico. El tiempo es la atmósfera de la mente. La calidad de tu tiempo será la calidad de tu mente. El calendario maya es un sincronizador para alinear nuestra mente y nuestro tiempo desordenados, al tiempo natural, al tiempo del cosmos, de la vida, de la Divinidad. O dicho sea de otra forma, al no-tiempo.

21 de septiembre de 2020

Luna 3 de la activación del servicio

 ¿Es difícil intentar llevar una cuenta de tiempo distinta al calendario gregoriano, sobre todo una que parece de hippies y gente de la new age? ¿No te parece complicado ya de por sí saber en qué día de la semana y de qué mes estás? 

Puede que sea difícil llevar un calendario Maya que ha tenido buenos comentarios entre algunos de sus seguidores pero sobre todo críticas por parte de estudiosos de la cultura Maya e incluso algunos de sus mismos miembros actuales. No parece que lleguemos a un acuerdo y aquél sueño de proponer al Vaticano un cambio de calendario para el desarrollo de la mente humana suena como parte de una mala película ochentera... Sin embargo, lo maravilloso de hacer este cambio es que no hay en sí nada que hacer. Basta con revisar cada día así como revisas la hora y como revisas si es martes o domingo, así como es 14 y se acerca la quincena o será por ahí del día 20 y eso tenga cierto significado para cada quien. Básicamente es la misma acción, dirigir la atención al día que es, a la descripción de este presente según un código muy antiguo y con validez actual porque, solo cuenta los días y cuando termina, vuelve a comenzar.

El Tzolkin tiene esa cualidad, sólo tienes que detenerte a mirar cada día. Y a veces ese llevar diario se vuelve natural y hasta fácil, pero sigue pareciendo como una cosa alejada del calendario gregoriano, dos esferas difíciles de empatar. Para ello fue creado el calendario 13 lunas, para servir de puente, para todos aquellos que queremos ir un poco más allá y buscar involucrarnos en el gregoriano desde la certeza de los ciclos naturales y todas sus cualidades. 13 lunas de 28 días son esos 13 meses en una vuelta al sol que nos van llevando de la mano cada mes con un objetivo; ahora vivimos como si enero es el mes de los propósitos de año nuevo (que nunca logramos cumplir...), febrero el mes del amor (desde el cual no vivimos), y así sucesivamente, no tienen un sentido que hayamos logrado incorporar a nuestra experiencia interna. 13 lunas de 28 días presenta un campo de trabajo interior para cada uno de esos 13 meses. Obvio no pasa nada si no lo seguimos, por años no lo hemos hecho, sin embargo es una especie de guía que nos recuerda que podemos elegir vibrar en cierta frecuencia junto con otros cuantos locos que también siguen estas espirales.

Y así llega cada 20 de septiembre, la luna 3, el tercer mes de estos 13, cuyo énfasis es en el servicio. Primer mes definimos un propósito, segundo mes miramos los desafíos a ese propósito, pues el tercer mes nos preguntamos cómo podemos servir a los demás para el logro de dicho propósito. Un momento quizá para no pensar tanto en nosotros mismos, en lo que deseamos y los que parece serán los obstáculos a dichos deseos, sino acercarnos a ellos a través del servicio consciente para activar conexiones con los demás, estén en este viaje junto con nosotros o no. Cuando hacemos algo por los demás, sin esperar nada a cambio, algo se activa, y es de eso de lo que trata este mes, el cual coincide con el equinoccio de otoño (norte), primavera (sur), activar un servicio, servir al cambio, servir a algo que no sea uno mismo.

Quizá a lo largo de estos 28 días tan solo ese sea el ejercicio necesario, mirarnos en los demás, preguntándonos, ¿cómo puedo servir este día?, ojo, no se trata de dejar el alma en atender a los demás para asegurarnos que algo nos vigila siendo serviciales, no, sino de conectar con el otro y ofrecer lo que tenemos para dar; otro ojo, tampoco es caridad y volvernos los más dadivosos, es empatizar con las demás personas, sean como sean, piensen como piensen y permitiéndoles ser ellos mismos.

Argüelles llama al número tres "eléctrico", por esa chispa que activa algo, algo se enciende, se pone en marcha, y llama a la acción. La acción recomendada es precisamente, servir. Servir desde el ofrecerse uno mismo con lo mejor de sí. Después de este mes seguirá el mes 4 de la forma, de la definición. Así que este mes 3 no es tanto para pensar en cómo servir sino simplemente hacerlo, para que al llegar el 4 entonces podamos meterle mente y definir formas, límites, alcances, etc. Ahora se trata de un llamado de 28 días al servicio de lo que se presente, como se presente, sin pensarlo tanto pero dando toda nuestra presencia.

Si no comprendes de lo que escribo, está perfecto, solo estoy invitando a servir al otro desde el corazón para que entre corazones nos conectemos unos a otros. Lo más mínimo que logremos hacer por el otro, decir bien sobre el otro, serán acciones grandes que nos acercarán a nuestros propios propósitos, aunque no parezca haber relación alguna, ese es el tema de la luna en cuestión: activa todos los nodos que encuentres, todas las redes que toques generarán algo, que eso que se genere provenga de tu intención de servicio, va a salir de ti y va a volver a ti en la forma del mes 4: encontrarte con la capacidad de definir lo que necesitas para ti mismo.





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