Esta Onda encantada es la número 4 de las 20 del Tzolkin, cuatro ondas encantadas forman un castillo, un conjunto de 52 días, como si fuera un mes muy largo, con mucha potencialidad. En este caso, el castillo rojo del este, vino a iniciarnos. Comenzó con la OE del Dragón rojo y finalizó ayer en el Humano cósmico. De la madre nacemos y nos nutrimos para reconocernos como seres humanos luminosos y amorosos. Así en breve, la lección del primer castillo del Tzolkin.
Siempre kines, ondas encantadas y el castillo rojo, tratan sobre iniciaciones. Una iniciación como un ponernos en el camino para ser quienes somos, para iniciar el viaje consciente. Revisa, del 31 de octubre a la fecha -lapso que duró el castillo rojo-, en qué has sido iniciadx, pues ahora, viene el tiempo de la meditación, refinamiento y purificación del proceso.
El solsticio llega justo en el momento perfecto para dar el visto bueno a dicha iniciación. Es decir, ya está todo el terreno listo, la teoría sembrada, la práctica establecida... Es momento de empoderarse a unx mismx con herramientas como la discriminación, la claridad, la meditación: cualidades de los sellos blancos, de la raza blanca del Norte. Este solsticio marca el punto en el que tenemos que comenzar a accionar: Sol en Capricornio, signo de tierra, de trabajo y acciones precisas.
Y justo se acompaña el solsticio del siguiente castillo, castillo blanco del norte. Comprende las ondas encantadas del Caminante del cielo rojo, el Enlazador de mundos blanco, la Tormenta azul y el Humano amarillo.
La Onda encantada que comienza hoy, nos lleva de viaje desde el Caminante del cielo magnético rojo, que es el reconocimiento del espacio que ocupamos, la exploración del mismo en busca de aquello que nos haga conectar con energías superiores (lo sagrado), la vigilancia consciente para mantenernos bien plantados entre cielo y tierra, refinando la iniciación de la que recién venimos. Esta OE se cierra en Serpiente cósmica roja, honrar y agradecer al cuerpo y la fuerza vital que a través de él experimentamos, la atención al instinto para mantener esta energía vital y la promoción de las ganas de vivir. Si, somos caminantes del cielo y de la tierra y nada de esta experiencia sería posible sin estos cuerpos físicos.
Así comienza el viaje por el castillo blanco, reconociendo nuestro lugar el día de hoy, vigilándonos para no caer en la trampas del ego, explorar siempre la conexión con el cosmos.
Son días para dispararnos hacia lo que sí queremos, quitar capas de lo que no somos, mucha meditación y mucha observación, pues estamos en proceso de cumplir sueños y crear realidades.
Enjoy it all!
In Laakech
Monique
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