En esta Onda encantada, el Enlazador de mundos queda justo a la mitad, en el tono 7 resonante. Lo que indica que en el camino a reconocer nuestra propia luz, hay que reconocer qué ciclos cerrar y qué puentes crear. El Enlazador nos habla de la muerte y las nuevas oportunidades que ella misma encierra. Nos enseña a dejar ir al reconocer que nada es permanente en esta realidad, lo que sí perdura pertenece a dimensiones superiores y no puede ser pertubado, pero la mayoría de las experiencias aquí, son efímeras. Así que no hay razón para apegarse, pues el apego además, genera sufrimiento. El Enlazador de mundos además, enlaza, teje, levanta puentes para conectar puntos, para alcanzar las oportunidades. La sabiduría de los ciclos es reconocer que todo se está moviendo, cambiando, y se va a repetir hasta que pueda ser elevado e integrado en el espiral. Y para integrar, qué mejor que el kin siguiente, Mano galáctica azul. Integrar la sanación a nuestra vida como parte de los ciclos que la componen. Integridad para reconocer nuestros propios ciclos naturales, círculos viciosos y espirales ascendentes. Realizarnos de manera integral, en todas las dimensiones que nos componen. Esta energía del día lunes, que busca eso, integrar para armonizar, al hacerlo consciente, lo que por ende ocurre es una expansión de la propia luz interna: Estrella solar amarilla (martes), es desplegar hacia todas direcciones esa belleza que cada ser contiene, pulsar con el latido de la vida y honrarla en cada persona, animal, planta, cosa. Este kin es el recordatorio de que desarrollar el arte intrínseco, el regalo que cada quien debe hacerle al mundo, es parte de nuestro intento en el camino a iluminarnos. No hay iluminación sin las acciones correctas: aquellas que nos hacen sentir brillantes y bellxs.
Y así, kin con kin vamos enlazando, tejiendo la realidad que queremos palpar, llevando la luz a los rincones que no hemos visto brillar.
Estamos comenzando la luna rítmica, recuerda: ¿qué necesitar organizar en estos momentos en tu vida?
Aprovecha la luna llena para observar con su claridad y tu propia luz, aquellos espacios que generalmente son difíciles de mirar.
In Laakech
Monique
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