Independencia de México / Aguila 3 y Guerrero 4

Celebramos en este 2009 exactamente 199 años de la lucha por la Independencia en México.
15 y 16 de septiembre de 1810, equivalen en el encantamiento del sueño a Sol cristal amarillo y Dragón cósmico rojo, respectivamente. La noche del 15 es descubierta la conspiración de cierto grupo de almas libres e intrépidas cuyo objetivo era básicamente liberar al pueblo mexicano del poder de la corona española. Dicho grupo es iluminado por la energía luminosa del sello del Sol, y motivado por la universalización y dedicación que representa el tono Cristal, es entonces como se da el grito por la libertad de una nación. El siguiente día, el 16 de septiembre celebramos que el primer paso está dado, no hay marcha atrás, que el momento ha trascendido (tono Cósmico) y que es todo lo más nutritivo que tanto el territorio como el pueblo mexicano necesitan (sello Dragón).
Hemos estado celebrando año tras año, con gritos eufóricos de gobernantes cada vez más inútiles, lo bizarro de nuestra libertad como colectividad mexicana. El grito ha resultado hasta ahora la forma de sentirnos libres y "muy chingones", no sólo cada día de la independencia, sino cada vez que se llama a la guerra en el Himno Nacional: "Mexicanos al grito de guerra". Sin embargo, el grito puede ser también el llamado del Ser, del interior individual y también comunitario del alma del mexicano y del alma del país. Grito que da la conciencia para ser por fin despertada. Y cada quien con la libertad de hacerlo. Honrar a los héroes que dieron sus energías y vidas para que México sea una identidad libre, lo logramos expandiendo nuestras conciencias.
El día 15 de septiembre de este año corresponde al kin Águila eléctrica azul. El águila nos dice que debemos crear una nueva visión, el tono eléctrico, que debe ser creada con el servicio. Debemos servir a nuestra propia e individual libertad, para poder reconocer, respetar y defender la libertad de otros individuos y de grupos. También dice la energía del águila que debemos ver desde otra perspectiva todo lo que nos rodea. Veamos esta celebración desde un nuevo punto de vista, como un hecho necesario en la historia de nuestro país, no como el inicio de un México, sino como la continuación del proceso de vida de esta parte del mundo, el cual es puesto en marcha por muchas culturas antiguas, inmerso al resto del globo por medio de la conquista, renovado a través de la independencia y, más tarde, revolucionado por la lucha de, precisamente, la "revolución". El águila eléctrica dice que una nueva visión siempre va al servicio del ser, individual y colectivo. Participemos en ella.
El día 16 de septiembre ha sido el kin Guerrero auto-existente amarillo. Tenemos la oportunidad de darle forma (tono auto-existente) al servicio de manera intrépida y decidida (sello guerrero). Insisto, primero servir a la libertad propia. Es un derecho implícito, derecho que nos da la vida por el solo hecho de ser. Pero hemos sacrificado nuestra libertad como seres humanos ante caprichos del ego. Por tener una pareja, por tener dinero, por tener poder. Hemos decidido que es mejor tener la forma de pensar de otros pues es lo más cómodo. Hemos decidido lo que nos gusta porque es lo que nos dicen los medios de comunicación que debe gustarnos. Y así, a la hora de preguntar por la libertad de pensamiento, sentimiento, habla y accion, ¿Dónde queda? Así que este día, 199 años después de una lucha de verdad, con sangre y muerte, luchemos con el corazón como guerreros que somos, para ejercer la libertad propia de cada quien. Soltemos las cadenas de lo que nos somete: formas de pensar, formas de comer, rutinas, adicciones, emociones estancadas, relaciones malsanas, enfermedades etc. Y soltemos a aquellos que no han podido ser libres pues somos nosotros el verdugo. Soltemos a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros amigos, a nuestras mascotas, a nuestros empleados y a nuestros jefes. El sello del Guerrero nos trae la oportunidad del perdón, y para soltar todo aquello que impide la libertad, el primer paso es el perdón. Practiquemos el perdón a nivel individual para despues poder ejercerlo como nación. Somos libres, practiquemos nuestra libertad de manera sabia, como el guerrero que lucha sin violencia, pero con el corazón.