Equinoccio / dragón 9, viento 10 y noche 11

Esta vez tengo que escribir sobre este equinoccio.
Antes que nada, me robé una imagen de http://quinacoach.wordpress.com/ un blog donde hace un comentario sobre las estaciones que me parece también muy adecuado.
Ok ahi está el crédito.
---Esta disertación es válida para el hemisferio norte---
Equinoccio representa el momento en el que la distancia de los polos de la Tierra al Sol, es la misma, es decir, que en estos 2 ó 3 días del año, la duración del día y la noche es la misma. En esta ocasión, el equinoccio de otoño iguala estos valores para que a partir de este día, las noches comiencen a ser más largas que los días. Muy sutilmente, la oscuridad le va ganando terreno a la luz.
Creo que a pesar de que también este concepto es muy simbólico, no hay nada de qué temer. Si nos remitimos a lo que simbólicamente representa el verano, es decir, la cosecha, la abundancia, la luminosidad y duración extrema del día, el calor del sol y la frescura de las noches, el hecho de que esto llegue a su fin, puede acarrear inquietudes y terremotos emocionales. Sin embargo, la llegada del otoño también promete maravillas: la caída inminente de las partes que ya no viven, la llegada de los vientos de cambio, refrescantes y arrasadores, el aire matutino más prístino y aún respirable a fondo, el intermedio entre el calor sofocante y el frío insoportable que nos hace olvidar la sensación en la piel de cualquier roce del mundo exterior.
Otoño, me parece además una palabra bella. Autum. Rara y poco apreciada. Ahora percibo que cada cambio energético global nos afecta cada vez más a los seres humanos, la Tierra está cada vez más viva y despierta, y el hecho de ir girando poco a poco sobre sí misma y alrededor del Sol nos hace despertar también a nosotros, lo deseemos o no. Digo esto porque veo que en torno a mi, sobre todo las mujeres por supuesto, hemos experimentado este cierre-de-verano-inicio-de-otoño como algo pesadamente sustancial, algo que emocionalmente nos marca, con ayuda de la luna creciente aparte..., y que nos hace sacar fuerzas, queramos o no, de lo más hondo, lo más oscuro, como las noches que a partir de ahora serán más largas.
Se acaba el verano, inicia el siguiente ciclo otoñal y las energías implicadas son el Dragón Solar, que nos invita a inspirarnos en la nutrición, el Viento Planetario, que nos manifiesta la perfección de la respiración de la Tierra, la Noche Espectral, que nos permite divulgar lo que el viento trae e intuir toda la abundancia que esta nueva estación traerá. Cuidado con la noche. El otoño comienza a traernos suavemente la oscuridad de nuestro interior y también del exterior (me preocupa menos esta última), y el día Noche (23 sep 09) puede acercarnos incluso demasiado a este lado oscuro, lleno de sombras. Pero a esto es a lo que no hay que temer. Es una oportunidad de observar este lado sin luz, donde la vida se representa a sí misma de otra manera totalmente distinta, pero lo maravilloso es que sigue siendo vida. Por eso no hay que temer. Simplemente es la oscuridad interna a la que damos luz al voltear a verla. El dragón dice que esto es precisamente lo que necesito para nutrirme, observar la sombra, el viento me invita a que lo comunique con otros desde mi corazón, y la noche me pide que intuya, que sea conciente de la abundancia de experiencias del otoño.
Y por último, para reflexión y retomando el comentario que leí en el blog del que copié (...) la imagen aqui mostrada, estaría interesante revisar en qué estación nos encontramos en lo personal, cada quien, en su interior, idependientemente de la estación a la que estemos entrando a nivel colectivo, con la Tierra. Es creo, imprescindible, pasar por las 4 estaciones para poder decir que vivimos con nuestro planeta y sus ciclos.