De la Semilla a la Tierra.
Ha terminado la Semilla, comienza la Tierra a sincronizarnos. La onda encantada de la Semilla ha traido el florecimiento de nuestro Guerrero interior, aquel que cree firmemente en sí mismo y sabe utilizar todo su poder para expandir la luz. Luz que es necesaria en este momento, en la Tierra. La onda encantada de la Tierra es el momento idóneo del Tzolkin para la sincronización con el planeta y por consiguiente la evolución personal, por lo tanto, colectiva.
El sello de la Tierra es navegación, sincronía y evolución. Puro movimiento, flujo perfecto que perfecciona. La Tierra en sí es el recordatorio de que no sólo todo está siempre moviéndose, sino que es precisamente ese moverse el que genera la ascensión, la elevación de lo denso a lo sutil.
La Tierra es un planeta en el que la vida se ha abierto paso y ha ido lenta pero segura siempre en ascenso, es este el ambiente perfecto para nacer, crecer y elevarse. Y aquí estamos, vestidos en nuestros trajes de tierra, cruzando el espacio en esta gran nave nodriza capaz de sustentarse a sí misma y a todo lo que sobre ella habite, a punto de terminar una era y comenzar otra, lo que sea que eso signifique a niveles galácticos, un parpadeo, un bostezo. La vida ha evolucionado tanto sobre este gran planeta que hoy todos los seres humanos tenemos la oportunidad de despertar esa parte primitiva que se llama conciencia pero que es lo más cercano a todos los conceptos que hemos creado de Dios. Está hoy disponible. Es el triunfo de la evolución sobre sí misma, es la perfecta sincronía, lo que se necesita para mantener la navegación a flote.
La Tierra nos enseña esa danza. Movimiento. Navega siempre, no te detengas, sincronízate con la vida, que ella sea quien calibre tu danzar. Ve a donde ella te lleve.
Esta OE llega justo con el inicio de la luna 12 cristal de la cooperación. Los 28 días para la dedicación a algo más allá de nosotros mismos. Han transcurrido ya 11 de 13 lunas, hemos establecido un propósito, atravesado obstáculos, nos hemos organizado, integrado, expandido, liberado, en fin, ha sido mucho trabajo personal, o ese ritmo nos marca el calendario, pero este, es el momento de pensar ya no sólo en el plano individual. Es momento para la comunidad. Tierra y comunidad.
La luna, nueva, para sembrar, para poner toda la intención y verla iluminarse con los días. Tiempo para ensuciarnos las manos trabajando con la tierra, regar y fertilizar, hacer composta, bendecir al planeta y a la comunidad en que vivimos en nuestra meditación.
A estas alturas, cada quien sabe lo que tiene que hacer y si aún no, no me cansaré de decir que hagamos caso al corazón. Trabajar para sanar las emociones a nivel colectivo, pues este año Luna entonada es lo que busca. Que gane siempre el amor.
El viaje en la Nave Tiempo-Tierra inicia con la irradiación de la sincronía necesaria para emprender el vuelo en ascenso a la evolución (Lunes 30 de mayo, Tierra magnética roja), en armonía con esta "nave-casa", en unidad con ella y con todo lo que ella contiene, descubrimos el desafío de este despegue espacial al mirar nuestro reflejo en el orden superior y divino expresado en todos aquellos compañeros de viaje, (Martes 31 de mayo, Espejo lunar blanco) reconocernos duales en la experiencia, unidos en esencia, al infinito. Debemos servir a la Tierra y a nosotros mismos de tal manera que cada acción sea autogeneradora (Miércoles 1 de junio, Tormenta eléctrica azul) y nos vinculemos unos con otros catalizando la energía que sincroniza las mentes y los corazones. La forma de llevar a cabo este servicio y vinculación es mediante el reconocimiento de la luz interior y la capacidad de con ella, iluminar a cada ser y cada espacio de la Tierra (Jueves 2 de junio, Sol auto-existente amarillo), utilizando el fuego universal que consume y transmuta, dándonos así todo el poder disponible en el momento presente, el poder de dar nacimiento a una nueva etapa del Ser (Viernes 3 de junio, Dragón entonado rojo), tanto a nivel individual como colectivo, este día es favorable para la nutrición conciente de la Tierra, ya sea física o energéticamente. La organización del ser individual en sincronía con la Tierra llega por medio de la respiración conciente, (Sábado 4 de junio, Viento rítmico blanco), traer el aliento divino a la respiración y comunicación cotidianas, ser los canales por los que llega el Espíritu a la Tierra y se hace vida, somos esos canales cuando nos dejamos llevar por la intuición y atendemos los mensajes de los sueños (Domingo 5 de junio, Noche resonante azul), los cuales invitan a la sincronía para saber qué debemos plantar, qué parte debe florecer e integrarse a nuestra vida (Lunes 6 de junio, Semilla galáctica amarilla), estar atentos a todo lo que nos rodea y nos integra a la evolución continua, el despliegue y expansión de la fuerza vital en lo más profundo del Ser (Martes 7 de junio, Serpiente solar roja) que vibran nuestros cuerpos al saberse vivos, parte de la Tierra y el ascenso con ella, con esa alegría somos capaces de dejar morir en paz (Miércoles 8 de junio, Enlazador de mundos planetario blanco) y percibir las oportunidades que los nuevos estadíos de evolución nos presentan para así poder conocer y divulgar nuestro conocimiento para que otros puedan sanarse a sí mismos (Jueves 9 de junio, Mano espectral azul) y lograr la realización personal y de la comunidad a través del Arte y la belleza interiores (Viernes 10 de junio, Estrella cristal amarilla) y compartiendo el brillo que sincroniza todos los corazones, dedicamos esa luz a la colectividad que requiere iluminarse para trascender sus límites, sus patrones anti-evolutivos, para lo que requerimos dejarnos llevar por el flujo y el orden divino para la purificación de todos nuestros cuerpos (Sábado 11 de junio, Luna cósmica roja), para que nuestro traje de luz esté listo para la llegada de la misma, para el gran viaje que hemos estado esperando hay que soltar las ataduras de la tercera dimensión, los conflictos emocionales, liberarlos por medio del agua. Que perdure el amor por sobre todas las cosas.
Feliz viaje, no tengo más que decir, amor sea!
Namaste
Monique
No hay comentarios:
Publicar un comentario